EXPOSICIÓN
Barrenderas: alquimia y purificación
*el formato de esta exposición se encuentra bajo a figura de homenaje
En el año 2021 la artista Dayme Paymal, con la ayuda de la sociedad accidental “La Paz Limpia” y Fundación Trebol, emprendió un viaje creativo titulado “La Musa Barrendera”, una serie de pinturas destinada a visibilizar la labor esencial del barrido manual en la ciudad de La Paz. Este proyecto buscaba capturar a través del retrato las historias de vida detrás del uniforme, así como destacar la importancia de su trabajo en el aseo urbano.
A través de una expresión artística llena de simbolismo, se exploró la cotidianidad de las barrenderas, transformando sus actividades diarias en poderosas representaciones visuales. Cada pincelada no solo era un acto de creatividad, sino también un homenaje a aquellos que, a menudo pasados por alto, desempeñan un papel crucial en mantener la ciudad limpia.
La exposición resultante fue un testimonio visual del compromiso de la artista con la conciencia social y su habilidad para convertir lo ordinario en extraordinario. Las obras de “La Musa Barrendera” se presentaron en diversas galerías y museos a lo largo de la ciudad de La Paz, convocando a la comunidad a reflexionar sobre la labor silenciosa pero fundamental del barrido manual.
Prólogo
Presentación de la metamorfosis
En un viaje de 711.360 horas realizado en conjunto por 406 mujeres barrenderas, cada año en la ciudad de la Paz se limpian 328.320 km. Caminando el pavimento viajan un equivalente a ocho vueltas al mundo, sin quitar los pies de la tierra recorren una distancia que poco le falta para llegar a la luna.
En esta labor de distancias celestiales se recogen más de 1400 toneladas de basura terrenal. Para entender la metamorfosis de la labor de limpieza, debemos descubrir las relaciones entre el individuo, la sociedad, el ambiente y la basura.
Técnica:
Óleo sobre madera
Dimensiones:
1,6 x 0,3 m
Capítulo 1
Ciencias ocultas
Con el perdón de las ciencias ocultas por develar sus prácticas; existe en las grandes ciudades, llenas de máquinas y extraños residuos, un vestigio de magia. En extraños horarios salen las brujas con sus escobas para producir la obra. Su alquimia transforma, limpia y sana. Con sus rítmicos pasos vienen haciendo conjuros silenciosos de protección. Generan entre ellas el círculo invisible de las transformaciones; que nadie ve, que nadie siente, que nadie huele, pero bajo el cual estamos protegidos.
Técnica:
Óleo sobre madera
Dimensiones:
1,2 x 0,6 m
Capítulo 2
María Rosa, debajo del uniforme
Debajo del uniforme, del barbijo, detrás de esa piel, están las mutaciones; las historias de vida. María Rosa perdió a su esposo, su hogar y su sustento. Recolectando alimentos de la basura de los supermercados logró criar a sus tres hijos y barriendo las calles para volver a darles un hogar.
Técnica:
Óleo sobre madera
Dimensiones:
0,6 x 0,8 m
Capítulo 3
Amanda, alma que florece
Hace varios años atrás Amanda estudió dos años de medicina en la universidad mientras trabajaba de barrendera, quería el destino que se quedará con sólo un camino. No obstante, hay almas que florecen ante la adversidad. Si no pudo servir como medico, contribuiría a la salud desde la higiene.
Técnica:
Óleo sobre madera
Dimensiones:
0,8 x 0,6 m
Capítulo 4
El sueño de Juana
¿Señora Juana que le gusta más en esta vida?
Regresar a casa y charlar con mi nietito hasta que nos quedemos dormidos- dijo la barrendera mientras su escoba dibujaba complejos diseños para limpiar las extrañas esquina de una ciudad modelada por las montañas.
Técnica:
Óleo sobre lienzo
Dimensiones:
0,8 x 0,6 m
Capítulo 5
Sara, nos hacemos semejantes
Si la gente pudiera ver cómo es un sólo día de trabajo, desde la madrugada al anochecer sabrían lo que significa realmente ser barrendera.- dijo Sara. Sus ojos recorrían la ciudad que tan bien conoce por la ventana del bus que la conduciría a su ruta de limpieza. Aquello que contemplamos se nos revela, como menciona el aforismo griego “nos hacemos semejantes a lo que contemplamos”.
Técnica:
Óleo sobre madera
Dimensiones:
0,8 x 0,6 m
Capítulo 6
Achachila vigila
En ciertos momentos, en la madrugadita, cuando el sol toca sus uniformes, revela las montañas y las tiñe de colores es cuando se transforman en Achachilas, en la tradición aymará estos son los espíritus tutelares que protegen a los pueblos, son la sabiduría de los ancestros encarnada en el símbolo de la montañas que nos acompañan en el dolor y felicidad. Las barrenderas saben de las madrugadas y de la noche profunda. Saben de las transformaciones de la ciudad, y han visto a la sociedad en sus luces y sus sombras.
Técnica:
Óleo sobre madera
Dimensiones:
0,6 x 0,8 m
Capítulo 7
El espejo de Celsa
La belleza de la multiplicidad humana oscila entre lo social y lo individual. En esta danza nos construimos desde lo público a lo privado y viceversa, como un uniforme que exterioriza una institucionalidad, rol, labor y el individuo detrás que lo vivifica con sus sueños, miedos, esperanzas.
Técnica:
Óleo sobre madera
Dimensiones:
0,8 x 0,6 m
Capítulo 8
La purificación de Martha
La señora Martha, hace 15 años previene una crisis simplemente barriendo las calles, y debemos saberlo. En el 2002 la ciddad de La Paz enfrentaría una de las peores inundaciones, dejando sesenta muertos. La obstrucción de las lluvias fue causada por el bloqueo de los desagües llenos de basura y hojas de los árboles. Hay muchos motivos por los cuales una persona termina siendo retratada; permanencia, poder, mecenazgo, elitismo, sépase que el motor invisible que objetivo esta forma es la admiración
Técnica:
Óleo sobre madera
Dimensiones:
0,8 x 0,6 m
Capítulo 9
Las mutaciones de Rogelia
El 2020 trajo a las barrenderas una nueva piel a mutar, sus uniformes verdes se cubrieron de trajes amarillos de bioseguridad y trajes blancos para desinfectar. Mientras el mundo se aísla y las sociedades se aquietan; Rogelia no deja de moverse, ciudad de sus hijos, sale, barre y desinfecta las calles.
Técnica:
Óleo sobre madera
Dimensiones:
0,8 x 0,6 m
Capítulo 10
El jardín secreto de Bherta
En una ciudad que se convirtió en su íntimo jardín, el que cada día limpió sin que se sepa. Berta se retira, después de veinticinco años se jubila. Concluye su labor, una vida dedicada a la purificación.
Técnica:
Óleo sobre madera
Dimensiones:
0,8 x 0,6 m
Epílogo
Epílogo
Las barrenderas son parte del conjunto y el conjunto de las barrenderas. Sus herramientas de trabajo no solo sirven para limpiar, sino también para purificar. Aquí en el altiplano donde el sol quema y la tierra es seca, son las flores vulgares, las fuertes, las que florecen; la heliopsis, la malva, hierba de la pampa, y retama. Estas iluminan y embellecen hasta el último rincón de la ciudad.
Las crisis a enfrentar, deberán considerar la unidad y las transformaciones compuestas entre individuo, sociedad y ambiente. Solo podrá haber armonía cuando las partes entiendan al conjunto y el conjunto a las partes, esta noble verdad es conocida por las artes y deberá ser vivida por las sociedades. Donde hay armonía, hay belleza
Técnica:
Óleo sobre lienzo
Dimensiones:
1,0 x 0,8 m
Me tomaré la libertad de dedicar este homenaje pictórico a nuestra Barrenderas Paceñas, no ya como individuo sino como representante de la población urbana. Esta exposición es una demostración pública de respeto y admiración por su trabajo constante, silencioso y profundamente vital.
A Amanda Mariscal, Berta Roque, Rogelia Fernandez Illanes, Benancia Inca, Paola Tintaya, Celsa Quispe Mamani, Juana Choque Condori, María Rosa Ronquillo Yugra, Martha Lucero, y Sara Patiño gracias por abrirnos las puertas a su universo.
A todas ustedes, las 306 barrenderas de LPL la población les debemos higiene y salud, sepan que son reconocidas y apreciadas.